Cuando vea los ojos en los mios tatuados A.P.
Man is the only animal who blushes,
or has to. M.T.
Si alguien se queja en algún lado,
si alguien mata,
si alguien es muerto,
si alguien ama hasta quedarse mudo,
si alguien se duele o goza de algún modo,
estoy, no cabe duda, soy yo en algún momento.
J.S.
Si,
ya lo he establecido en diversas ocasiones, habladas y escritas, las palabras me fascinan, amo la música, disfruto la comida, me encantan las imágenes, móviles o no, los olores me intrigan e incluso me han oído o leído desvariando de las maravillas del tacto y la textura de una manzana de caramelo.
Pero las palabras son mi primer y gran amor. La capacidad o intención al menos de expresar todas las maravillas antes descritas, la posibilidad de comunicar todas estas percepciones a otro ser humano. La comunicación mas allá del mero sentido sensitivio, asimilar, comprender, transmitir...
Y para variar, mi nueva diatribia sin orientación fija se despertó por otra de esas cosas que talvez no merecerían tanta atención, pero de nuevo, mi vicio, el texto, el sonido, la idea, el detrás y por debajo. Y el trailer de una película que ni siquiera recuerdo mas allá de la ingeniosa presentación de los títulos con palabras clave mezclandose a toda velocidad con los nombres de los protagonistas.
Entonces, un título:
la vida secreta de las palabras
You had me at hello
Ja! quedé prendada y mi cabeza se echó a la vagancia total, sobretodo porque la película a la que iba la había visto ya. The secret life of words... Qué hay ahi atrás? Y me cautivó la idea de ellas como creaturas vivientes, yendo y viniendo, reuniendose a placer, pequeños animalejos erráticos cuyo apareamiento hazaroso produce cosas interesantes? Hermosas? Amables? O individuos de vida mística enfrascados en su propia alquimia, combinandose metódica y mágicamente para producir poesía?
Al final las ví a todas como nosotros, con vidas comunes, normales, van y vienen con obligaciones y aficiones, trabajan, conmutan, tienen casitas y viajan, juegan, se alimentan, tienen mascotas y postres favoritos. A algunos les gustan los globos, otras odian los días lluviosos. Se enamoran y así nacen frases clásicas, repetidas de todos los días, hay enamoramientos fugaces que ponen enunciados de moda por cortas temporadas y otras caen enfermas o heridas de muerte y se pierden en el olvido, sólo las otras palabras las lloran, sus parejas, sus hijos... Y si, tienen secretos, se susurran cosas al oído y tienen diarios llenos de dibujos y se usan a sí mismas para contar sus propias historias ocultas y el libro se hace cada vez más pequeño...
STK: Sueño con serpientes - Silvio Rodriguez
No hay más miedo que el que se siente cuando ya no sientes más.
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